enero 22, 2017 10:12 am | Angie Guerrero
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Sofía nació con Hemimelia fibular, un defecto de los huesos largos que puede ser parcial o total y estar asociada a otras anomalías congénitas de fémur, tibia y pie.
Son casi 4 años de una lucha intensa. Sofía nació con una malformación congénita que la hizo perder sus piernas.
La Hemimelia fibular, es una enfermedad que le provocó la ausencia de los huesos de la tibia y peroné, un diagnóstico poco frecuente en Costa Rica.
Según recuerdan Aida Hidalgo y su esposo Luis Brenes, se dieron cuenta de la condición de su primogénita en un ultrasonido, a los 6 meses de embarazo.
El médico les habló de que la bebé venía con “pie de bota”, una deformación en las piernas que es posible corregir. Sin embargo, al nacer fue remitida del Hospital de Heredia al Nacional de Niños, donde el diagnóstico cambió.
“El doctor nos explicó que ella no tenía huesos de la rodilla hacia abajo y no era un caso de pie de bota, y que la única posibilidad de que ella surgiera era la amputación. Después de ahí no había posibilidad de nada”, comentó Aida Hidalgo.
A la niña no se le podía poner una extensión de hueso, ni pines, porque no tenía más que músculo.
Gracias al apoyo de sus padres y sus familias ha crecido, sin complejos, sin esconderse cuando se las quitan y para tener 4 años, muestra una madurez increíble. Ella le explica a las personas que le preguntan qué es lo tiene y porqué.
Sofía desafía todos los pronósticos y lleva una vida normal, ¡hasta intenta hacer deporte!
“Nos recomendaron la incluyéramos en deporte, ahora a ella le gusta el ballet, pero le llama la atención el porrismo”, dijo su madre. Pero para ello necesitaba unas prótesis especiales que le dieran mayor flexibilidad.
“Antes las que ocupaba eran más para levantarse y dar unos 2 o 3 pasos, pero ahora ya está caminando más, la vi dando unos 8 pasos y más, sin necesidad de una andadera, ni nada. Fue un gran cambio con respecto a las prótesis anteriores”, comentó Dino Cozzarelli, del Centro de Prótesis Avanzadas y quien diseñó las que Sofía utiliza actualmente.
A nivel mundial, la prevalencia de su enfermedad se estima 1 por cada 50 mil nacimientos vivos, lo que hace que Sofía sea una verdadera lección de lucha y valentía.